El arte es “la manifestación de la actividad humana mediante la cual se expresa
una visión personal y desinteresada que interpreta lo real o imaginado con
recursos plásticos, lingüísticos o sonoros” (según la RAE).
Caminando por diferentes ciudades
siempre he observado con mucho interés las pintadas que hay en las paredes, los
muros y las fachadas, también conocidas como grafittis. Pero siempre me he
preguntado si las personas ven a los grafitteros como artistas sin un lugar
donde expresar y representar sus obras, o como vándalos que lo único que buscan
es destruir la belleza de las ciudades.
Según la definición de la RAE, los
grafitteros deberían ser considerados artistas, pero la mayoría de las personas
consideran esta actividad como un acto de vandalismo callejero, ya que
estropean gran parte de la ciudad.
Yo siempre he creído que estas
personas son verdaderos artistas, que a través de los dibujos muestran su
estado de ánimo y sus quejas hacia la sociedad. Creo que lo único que necesitan
estas personas son lugares donde puedan exhibir su arte, donde puedan mostrar a
otras personas cuales son los temas que les inquietan, donde puedan dar rienda
suelta a su libertad de expresión.
Los grafitteros deben elegir sus
lugares para pintar, y limitarse a hacerlo en muros o paredes, dejando a un
lado las pintadas en las fachadas o en el metro, ya que, en estas ocasiones, sí
que están deteriorando la ciudad, y además con este comportamiento perjudican
al resto de las personas, que muchas veces tienen que intervenir en las
jornadas de limpieza de los grafittis de forma manual o monetaria.
Por ello, ¿Por qué no llegar a un
acuerdo en el que tanto la ciudad como los grafitteros se vean beneficiados sin
perjudicarse los unos a los otros?, ¿Por qué no intentamos entender cuáles son
los motivos por los que los grafitteros llevan a cabo sus pintadas antes de
juzgar su actividad?
Creo que entre todos debemos llegar
a una solución para evitar el deterioro de las ciudades, y para que los
gafitteros puedan desarrollar su arte y creatividad sin miedo a que venga un policía
y tengan que pagar elevadas multas por expresarse en lugares equivocados.
Si todos nos ponemos en la piel del
otro, quizás entenderemos mejor cuales son los motivos que llevan a estas
personas a pintar en determinados lugares, y cuáles las razones por las que las
personas piensan que esto es vandalismo callejero, en el caso contrario o, como
yo, un arte urbano.
Lo claro de esta situación es que
por más opiniones que haya sobre este tema, siempre va a ser un debate sin fin.
Anexo un video que presenta muchas ideas sobre los grafittis y opiniones de los
propios grafitteros.
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